Creando un mundo juntos
Hace 13 días me encontraba frente a las puertas de la Fundación Rafael del Pino.
Se escuchaban gritos, risas y se veían sonrisas y entusiasmo. Todo el mundo parecía tener algo que compartir. Daba la sensación de que ya se conocían, y así era. Me dio vértigo, me hice pequeñita poco a poco.
Un grupo de niñ@s comenzaron a gritar mi nombre: Elena Rodríguez, Elena Rodríguez, decían. En ese momento sólo pude pensar en las ganas que tenía de correr, de huir de esa zona tan desconocida para mí.
¿Y sabéis qué? No lo hice. Y me alegro de que así fuera.
Si hubiera corrido, no hubiera conocido a mis mentolados, Pedro y Matilda.
Si hubiera corrido, no entendería el significado de “patata”.
Si hubiera corrido, no habría tenido la oportunidad de hacerme grande.
Si hubiera corrido, no hubiera conocido a las maravillosas personas que la vida ha puesto en mi camino. Algunas tímidas, otras bailarinas, otros graciosos pero todos, con ganas de ofrecer.
Chicas, chicos, no tengáis miedo a ser quien sois, no huyáis de los momentos incómodos, no juguéis a lo seguro. ¿Cuál es la gracia de ello?
Lo esencial ha sido invisible para mí desde el principio. No puedo definir con exactitud lo que han sido estas semanas para mí, no podéis saberlo mediante fotos, lo esencial ha sido vivirlo juntos. No obstante, no es tanto el vivirlo sino el cómo lo recordamos. Por ello, mediante citas quiero que recordéis dos cosas:
Una. Aristóteles dijo una vez: “Educar mentes sin educar el corazón no es educar en absoluto”. Eso ha sido el Campus para mí, un aprendizaje tanto como estudiante, como persona las veinticuatro horas del día a vuestro lado.
Y dos. “Si lo puedes imaginar, lo puedes hacer”, eso dijo Walt Disney, no lo olvidéis. Sois capaces de todo, sólo tenéis que creer.
Y para terminar, como dijo Silvina Felice, “La palabra tiene la capacidad de crear mundos”. Espero que con estas palabras todos y cada uno de nosotros creemos un pequeño mundo en nuestro corazón en el que guardar recuerdos tan bonitos como los que hemos vivido. Gracias de corazón.
Gracias Joan, por hacer de esta experiencia algo inolvidable y por enseñarnos que somos capaces de todo. Gracias Nacho, por sacar lo mejor de nosotros cada día y por confiar cuando nosotros no hemos podido. Gracias teacher assistants por dar lo máximo de vosotros y por dedicarnos toda vuestra energía para que sonriamos. Gracias, muchas gracias a todos.
Elena Rodríguez Rivas